LOS DEPORTES ELEGIDOS SON: RUGBY Y ARTES MARCIALES
Para la práctica de cualquier deporte es imprescindible el perfecto funcionamiento de este sistema, dado que a través de él se obtiene y distribuye el elemento fundamental (oxígeno), para realizar la combustión -a nivel celular- de todo el metabolismo y nutrición de los diferentes tejidos, y concretamente en los músculos, la síntesis de los azucares, auténtica materia prima del trabajo físico.
El practicante de artes marciales de los diversos ejercicios rutinarios que realiza va a adiestrarse primero en los varios tipos de respiración: torácica, abdominal o combinada, empleando según sus características personales y el tipo de esfuerzo acometido una u otra modalidad a fin de obtener un máximo rendimiento en cada momento.
Como consecuencia inmediata de tal actitud, se derivará un claro conocimiento del esquema corporal y de la mecánica respiratoria, la cual, dentro de una ejecución correcta, determina una mejor oxigenación y consecuentemente: mayor rendimiento muscular, superior coordinación, elevada capacidad de resistencia a la fatiga, rapidez de recuperación, etcétera, al poder eliminar con más facilidad los productos del catabolismo celular.
ARTES MARCIALES
De esta forma, al tiempo que se participa activamente aprendiendo unas técnicas concretas de la rama de las artes marciales, se comprueba el porqué y el para qué de la mecánica respiratoria.
La respiración ibuki o nogare (Ibuki: respiración diafragmática con la concentración mental y la contracción muscular en el hara o vientre. Nogare: respiración profunda, prolongada y lenta con la concentración mental en el hara o vientre ) tienen su aplicación especifica en determinadas katas de karate, al igual que la forma de retener o lanzar el aire en un momento dado, responderá a acciones o mecanismos preconcebidos, tales como: conferir a un golpe su máxima potencia, coincidir con un kiai o lograr en el salto un más amplio desplazamiento en el espacio.
RUGBY
Practicando este deporte se activa el sistema respiratorio. Por tanto, se respira más rápido y más hondo, aumentando con ello la oxigenación.
La respiración, que era un mecanismo ejecutado de forma totalmente involuntaria y en ocasiones un límite a las auténticas posibilidades de un deportista, pasa a ser un proceso del cual obtenemos el máximo de las auténticas capacidades de cada individuo.
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