Por un lado encontramos
un propósito similar que al correr: mantiene regulares las pulsaciones
cardíacas, oxigena bien tu cuerpo permitiendo así que tengas mayor resistencia,
que no te marees, que puedas mover tu cuerpo como necesites para coordinarte
con facilidad.
También tiene una función de comunicación. Con
tu respiración estás diciendo si algo te está gustando, también si eso no te ha
gustado, que estás excitad@, que quieres cambiar de dinámica o informar de cuál
es la intensidad de tu placer.
Pero hay otra función más importante todavía:
la respiración sexual ¡hace que te auto hipnotices! Y esto es especialmente
importante para las mujeres, pero para ello necesitamos entrar en nuestro
cerebro.
Cuando te encuentras disfrutando de relaciones
con tu pareja lo normal es que tu ritmo cardíaco se dispare y, por tanto,
mantengas una respiración agitada y poco regular.
Estas condiciones crean
un nivel de excitación y nerviosismo que pueden conducir a eyaculaciones
indeseadas y demasiado rápidas.
En este sentido, realizar unos pequeños
ejercicios de control de la respiración mientras estés disfrutando del sexo te
dará la oportunidad de controlar el momento en el que quieras eyacular.
¿Cómo mejorar la respiración sexual?
Intenta que se
convierta en regular y realiza tomas de aire grandes y uniformes.
De igual forma, intenta
expulsar el aire de una forma estable y regular y manteniendo la concentración
en esta tarea.
Si realizas el anterior
ejercicio mientras disfrutas con tu pareja comprobarás que incluso las
eyaculaciones inminentes desaparecen para darte un extra de tiempo que te hará
sentir mejor.
Prueba a realizar el
ejercicio anterior mientras practicas sexo, ya que con su práctica continua
conseguirás curar la eyaculación precoz de forma natural.
No obstante, la
respiración también puede servirte en tu vida diaria para relajar tu organismo
y crear condiciones ideales para disfrutar del sexo sin riesgo de sufrir
episodios de eyaculación precoz.
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